Los pies son los que más sufren los impactos de las superficies y reciben todo el peso del cuerpo, por lo que están sometidos a constantes maltratos y abusos. Ante esta situación, siempre es recomendable tratarlos de la mejor manera, para evitar serios daños, lo cual incluye la utilización de calzado cómodo y seguro adaptado a cada momento y necesidad.
Muchas personas toman la utilización del calzado solamente desde el punto de vista funcional o como una prenda más de vestir que tiene que ser bonita, cuando su uso tiene que ir más allá de eso. Tiene que ser un instrumento de protección que aporte comodidad a los pies, por cuanto siempre están expuestos a fuertes condiciones que pueden lesionarlos o maltratarlos.
¿Qué debe tener un zapato adecuado? Para que un zapato se considere adecuado para las necesidades de los clientes, y a la vez, ofrezca seguridad y comodidad, debe reunir algunas características básicas:
- Deben ser suaves y flexibles, que no pesen mucho.
- Las suelas deben ser necesariamente antideslizantes, para evitar posibles caídas por resbalones.
- El calzado debe soportar cómodamente toda el área del pie, incluso la plantilla interna debe tener su forma y estar elaborada de materiales resistentes y muy suaves.
- Se recomienda que los zapatos, tanto para hombres como para mujeres, no sean del todo planos, deben tener un pequeño tacón para soportar los talones.
Se debe evitar usar zapatos inapropiados, porque pueden generar malformaciones en los pies, además de dolencias en ellos, en articulaciones, en la espalda y en el resto del cuerpo. Siempre hay que buscar un calzado adecuado, revisarlo muy bien y probarlo para ver cómo se ajusta y se siente.
Del buen calzado depende la salud de los pies, y de todo el cuerpo, de manera que hay que evitar maltratarlos y en todo momento hay que darles los cuidados que merecen.