Aplicar hielo en el rostro te ayudará a reactivar y desinflamar la piel, lo que muchas veces es ocasionado por la retención de líquidos o por no dormir adecuadamente. No olvides seguir las recomendaciones que te daremos más adelante en este artículo para su correcto uso.
¿Cómo debemos usar el hielo en el rostro?
Aplícalo en las mañanas antes de iniciar con tu rutina de cuidado del rostro, de la siguiente manera:
Limpiar el rostro
Envuelve el hielo en una tela delgada o pañuelo (el contacto directo de hielo sobre la piel puede causar quemaduras)
Dar un mensaje sobre el cutis con movimientos circulares, por no más de 10 minutos.
Hazlo en sentido de los músculos, uniformemente para que penetre mejor
Sin embargo, usar hielo en el rostro no siempre es sinónimo de buena circulación o de una mejora de la piel. Así que, si después de tu terapia de hielo vez que el estado de tu piel no ha mejorado, o que incluso ha empeorado, consulta con tu dermatólogo.
Es por esto que la mejor forma de aplicar hielo en el rostro es de manera moderada, evitar el tiempo prolongado y con los cubitos dentro de paños, que evitan el contacto directo con la piel, ya que pueden quemarse.
Esta rutina de belleza absolutamente natural te ayudará además a:
Combatir las arrugas
Disminuye las ojeras
El hielo es un excelente aliado para bajar la inflamación debajo de los ojos.
Cierra los poros
Combate el acné
Aplicar hielo en el rostro no solo refrescará tu piel, sino que te ayudará a combatir el exceso de sebo. Sin embargo, debes tener especial cuidado si sufres de acné, NO ES recomendable que coloques los hielos sobre la zona afectada, ya que puedes irritarte.
Estamos seguros que si tu rostro es sano, recibirás grandes beneficios con estas recomendaciones.