¿POR QUÉ SENTIMOS PÁNICO ESCÉNICO? LA CIENCIA DETRÁS DEL TEMOR A HABLAR EN PÚBLICO

El pánico escénico es una experiencia común que afecta a millones de personas, incluso a quienes tienen amplia experiencia en hablar en público. Este fenómeno psicológico tiene raíces evolutivas y fisiológicas que explican por qué se activa en situaciones donde somos el centro de atención. A continuación, exploramos las causas, los síntomas y cómo manejar el pánico escénico según la ciencia.

¿Qué es el pánico escénico?

El pánico escénico, también conocido como glosofobia, es el miedo intenso a hablar o actuar frente a una audiencia. Se manifiesta con síntomas físicos y emocionales como sudoración, taquicardia, sequedad en la boca, temblores e incluso dificultad para respirar.

Las causas del pánico escénico

  1. Respuesta de “lucha o huida”
    El cuerpo interpreta el escenario como una amenaza. Esta respuesta evolutiva, diseñada para protegernos del peligro, libera hormonas como el cortisol y la adrenalina, lo que provoca síntomas físicos de ansiedad.
  2. Miedo al juicio social
    El ser humano es una especie social y teme ser rechazado o ridiculizado. Hablar en público activa esta preocupación, lo que genera incomodidad y autocrítica excesiva.
  3. Experiencias previas negativas
    Un evento pasado de vergüenza o incomodidad en situaciones similares puede alimentar el miedo al fracaso en futuras presentaciones.
  4. Perfeccionismo y expectativas altas
    Las personas perfeccionistas suelen sentir mayor presión en escenarios públicos, ya que temen cometer errores o no cumplir con sus propios estándares.

¿Cómo superar el pánico escénico?

  1. Preparación adecuada
    Conocer bien el contenido a presentar y practicarlo repetidamente puede aumentar la confianza.
  2. Técnicas de relajación
    La respiración profunda, la meditación y el mindfulness ayudan a reducir la ansiedad y a enfocar la mente.
  3. Visualización positiva
    Imaginarse triunfando en el escenario puede cambiar la percepción negativa del evento y motivar la seguridad.
  4. Exposición gradual
    Enfrentar el miedo poco a poco, comenzando con audiencias pequeñas y luego incrementando el tamaño, puede desensibilizar el temor.
  5. Aceptación de la imperfección
    Entender que cometer errores es humano y que el público suele ser más comprensivo de lo que pensamos es clave para reducir la presión.

El pánico escénico, aunque incómodo, es un reflejo natural del deseo de destacar y ser aceptados. Con práctica, preparación y técnicas de manejo del estrés, es posible transformar esta ansiedad en energía positiva para brillar en cualquier escenario.

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